¿DEBEMOS EMPATIZAR?

Con el paso de los años vamos evolucionando, vemos como la vida modifica por días. Hacemos una metamorfosis tanto de nuestros momentos como de nosotros mismos. Cambiamos, es la naturaleza del ser humano. Cambiamos momentos constantemente y hacemos historia. Rara vez meditamos en los momentos pasados, en los instantes vividos. Solemos tener memoria diaria, no pensar más de lo que vivo hoy. Cuesta mirar el entorno por mera comodidad y aunque soñemos, nos acomodamos sin buscar ese sueño. Es la retórica diaria la que limitadamente nos pone en movimiento. Nos agazapamos, tenemos síndrome del avestruz. Tenemos incontinencia verbal y de expresión. Somos cómodos, no solemos empatizar con otras vidas, seres humanos. Nos cuesta relacionar el entendimiento con la actuación. 
Hoy vivimos en un estado consensuado en la corrupción, bajo la temible impunidad. El mundo al revés, los corruptos en la calle a carcajadas y los jueces juzgados. Los derechos valen menos que el paquete de pipas. Que sensación de vacío e impotencia, perdemos la razón…se la damos. Le servimos en bandeja nuestras vidas por apatía, dejadez, pasividad, insolidaridad, separatistas e insulsos desacuerdos. 
Yo me pregunto, ¿dónde está el movimiento? ¿Dónde queda nuestro orgullo las ganas de cambiar la trayectoria de la historia? ¿Por qué no reaccionamos? No sé que nos impide a unirnos como pueblo para cambiar. Para pedir justicia en el más amplio de los sentidos.
¿Y ahora qué? vamos a seguir parados o nos dejamos la piel para que están manada de insufribles corruptos cesen en su empeño y los pongamos en lugar que se merecen.

Bego Pérez